Por Miguel Julio Rodríguez Villafañe (*) El presidente Mauricio Macri, por el decreto de necesidad y urgencia (DNU) Nº 83, en diciembre de 2015, designó jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) a Carlos Fernando Rosenkrantz y a Horacio Rosatti. Los nombramientos efectuados no habían tenido el acuerdo del Senado Nacional, como lo establece la Constitución Nacional (Art. 99, inc. 4). Tampoco la ciudadanía pudo conocer, previamente, quiénes eran los candidatos y expresarse al respecto, tal como lo manda el decreto Nº 222/03. La situación trajo conmoción política. Recién en junio de 2016, el Senado de la Nación, dio el acuerdo a los dos magistrados propuestos por el Presidente y quedó conformada la actual CSJN. Cabe referir que, con la voluntad de tres de sus integrantes, de los cinco, se alcanza la mayoría para tomar decisiones, que resuelven, en última instancia nacional, sobre la vida, libertad, honor y bienes de todos los argentinos. En la actual CSJN, se fue con