El fiscal solicitó la pena máxima tanto para la madre como para su concubino
Consideró que la mujer no sólo pecó por omisión sino que también tuvo un rol activo en otros maltratos anteriores al que terminó con la vida de su hijo.
“Yo te interrogo, Madre: ¿Qué había en tus entrañas tan amargas que no le hiciste un hueco a la ternura?/¿Qué le faltó en el alma a tu semilla que no brotó el afecto en tu regazo?/¿Por qué no hubo en tus palmas la caricia que hubiera suavizado mi agonía?/¿Por qué no hubo en tu pecho una coraza que les hiciera frente a las torturas?/¿Acaso hasta el instinto te anularon que me olvidó tu vientre, desmadrado?/¿Acaso ni mi llanto desolado penetró tus oídos, que negaron?/¿Acaso mi cuerpito lacerado no conmovió tus labios que callaron?/¿Tampoco mis heridas tan tempranas advirtió tu pupila dilatada?/Yo no te juzgo, no; que fui tu carne. Yo no te juzgo, no; porque te amaba. Te juzgarán la vida o tu conciencia que golpearán tu sien atormentada./Tan sólo te interrogo y te suplico: Yo quiero ser el último en suplicio”.
El emotivo poema –cuyo autor no fue revelado– fue recitado por el fiscal Marcelo Altamirano, ayer a la mañana en la sala de audiencias de la Cámara 6ª del Crimen de la ciudad de Córdoba.
El fiscal acababa de pedir prisión perpetua para Maira Natali Gosteli (24) y su ex concubino Miguel Ángel Ramírez (42), a quienes responsabilizó por el asesinato del pequeño Miqueas Iagho Gosteli, de sólo 15 meses.
El cadáver del bebé fue encontrado enterrado en el patio de la vivienda en la que la pareja acababa de mudarse, en barrio Ciudad de Mis Sueños, el domingo 9 de noviembre de 2008. El cuerpito sin vida estaba dentro de una mochila y, según la autopsia, antes de morir recibió una dura golpiza.
El fiscal apuntó contra Ramírez como el autor material del crimen y señaló que la madre del pequeño también era responsable por omisión, ya que no estuvo coaccionada o impedida para salir en defensa de su hijo o solicitar ayuda.
También resaltó que la madre tuvo un rol activo en algunos de los tantos momentos de maltratos que sufrió el bebé en su corta vida.
Vínculo. Sobre Ramírez, aclaró que si bien no es el padre biológico de Miqueas, su situación de concubinato con Gosteli y tener conocimiento de que el bebé era hijo de ella eran motivos suficientes para acreditar que también debe pesar sobre él la figura de “homicidio calificado por el vínculo”.
Tras Altamirano, alegó la defensora oficial Graciela Bassino, que asiste a Ramírez.
La abogada comenzó por aclarar que, si bien “no había buenos en esta historia”, la culpabilidad del hombre en el crimen no estaba demostrada y apuntó sus críticas hacia Gosteli.
Solicitó además que Ramírez sea absuelto y pidió, también, la inconstitucionalidad de la pena de reclusión perpetua, con el argumento de que de este modo se enterraría la premisa de que la cárcel debe servir para resocializar.
Ante este pedido, el fiscal respondió que la prisión perpetua no supone que los acusados no saldrán más en libertad, ya que a partir de los 15 años de encierro pueden comenzar a gozar de salidas transitorias si cumplen con algunas condiciones previas.
En tanto, el abogado Jorge Furque, que defiende a Maira Gosteli, también pidió su absolución, y recalcó que en el juicio no se juzgaba si ella era o no una buena madre. Furque aclamó también para que existiera una mayor “prevención social para combatir el maltrato infantil”.
Para hoy a las 9 está previsto que los acusados tengan la oportunidad de expresar sus últimas palabras antes del veredicto. Luego, los jurados populares se encerrarán a debatir y se espera que al mediodía se lea el fallo.
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