El derecho a una vivienda, en la Corte


En una audiencia pública, la Corte Suprema escuchó ayer los argumentos de una mujer que reclama una vivienda digna para ella y su hijo, y de autoridades del gobierno porteño . La mujer, de 35 años y nacionalidad boliviana, había planteado una acción de amparo por ella y su hijo argentino de 6 años, que padece una discapacidad crónica. Ambos percibían un subsidio de programas sociales vigentes, pero al cumplirse el plazo reglamentario el plan cesó.
Por la mujer habló la Defensora General Adjunta del Poder Judicial de la Ciudad, Graciela Christe, y el defensor ante la Corte, Julián Langevín. Por el gobierno de la Ciudad lo hicieron el procurador porteño, Ramiro Monner Sans, y la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal.
Christe expuso primero el reclamo de la mujer y luego habló ante la Corte la ministra de Desarrollo Social y vicejefa de Gobierno electa, María Eugenia Vidal. La funcionaria reconoció el derecho a la vivienda para quienes viven “en situación de calle”, pero aseguró que ese no es el caso de Sonia Yolanda Quisberth Castro y su hijo, ya que ambos viven actualmente en un hotel de Floresta y reciben un subsidio de 1.700 pesos para cubrir los gastos de alojamiento, además de un subsidio por discapacidad.
Christe, por su parte, dijo que Quisberth Castro y su hijo no están incluidos en la actualidad en ningún plan de viviendas y que no pudo obtener créditos porque no tiene ingresos de 2.000 pesos mensuales, uno de los requisitos. La defensora sostuvo que los “paradores” no constituyen una solución definitiva, al contrario de lo que opinó Vidal, que enfatizó que los mismos, junto con los “hogares” y “refugios” existentes, constituyen una “respuesta” del gobierno local al problema del déficit habitacional.
La Corte estudiará el caso y podría haber una sentencia antes de fin de año.

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