La corta alegría de José

Hay 450 mil juicios atrasados a la espera de que Anses los pague. Por año, el organismo cancela unas 20 mil sentencias, con un presupuesto asignado de 2.500 millones de pesos.

José tiene 79 años y se alegró cuando su abogado le avisó que ya había sentencia firme en su caso. Demandó a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), al igual que ya lo hicieron unos 400 mil jubilados, porque el Estado le congeló sus haberes entre los años 2002 y 2006. Como José no cobra la mínima, también reclama un ajuste proporcional al de los salarios entre 2006 y 2008. Desde 2009, rige la ley de movilidad que actualiza en marzo y en septiembre los haberes de todos los pasivos.
La alegría le duró poco, porque después se enteró de que durante marzo y abril, el organismo no pagará los juicios perdidos. Lo hará a partir de mayo y priorizando, por escalas, a quienes tienen más de 80 años y haberes bajos. En síntesis, tendrá que seguir esperando.
Hay 450 mil juicios atrasados a la espera de que Anses los pague. Por año, el organismo cancela unas 20 mil sentencias, con un presupuesto asignado de 2.500 millones de pesos.
Semejante retraso no se explica por falta de personal, ya que el organismo pasó de ocho mil a 16 mil empleados públicos, ni por escasez de recursos, porque el excedente sigue cubriendo los déficits del Tesoro Nacional. De hecho, para 2011 el presupuesto de Anses es de 162 mil millones de pesos, que seguramente será mayor si los salarios formales se ajustan por arriba del 25 por ciento. Pese a que paga subsidios que antes financiaba Rentas Generales, compranetbooks para las escuelas y presta fondos para proyectos de las automotrices, por ejemplo, le sobran incluso 20 mil millones de pesos anuales. La cifra supera a todo el presupuesto 2011 de la Provincia de Córdoba.
Es una cuestión de prioridades. De hecho, la preocupación central del organismo ahora pasa por exigir el nombramiento de directores oficiales en empresas privadas, con el argumento de que hay que controlar la inversión de los futuros jubilados. Desde el punto de vista de la empresa, el control es invasivo, ya que esas acciones se vendieron a las AFJP, con un marco legal que garantizaba un tope del cinco por ciento del derecho a voto en las empresas.
Como ahora es dueño de todas las AFJP, tiene en algunos casos hasta el 30 por ciento de las acciones de 42 empresas. Al jubilado actual nada le reportará hoy la tarea en la que se embarcó la Anses, ya que la plata del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, donde hay 182 mil millones de pesos, se usa para comprar deuda del Tesoro y del Banco Central, que también le cede sus dólares al Ejecutivo a cambio de títulos a 10 años. Tampoco esa plata irá a cancelarle el juicio a José.

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