Cristina se encamina hacia su reelección


El Frente para la Victoria ganó en todos los distritos, a excepción de San Luis. La Presidenta convocó a la unidad.

Buenos Aires. Cristina Fernández quedó ayer a las puertas de su reelección en primera vuelta en dos meses más, lo que sería un hecho inédito en la historia política argentina: tres presidencias consecutivas para un mismo modelo. La jefa del Estado apabulló en las primeras elecciones internas abiertas realizadas en el país.
Por un lado, superó con comodidad el 45 por ciento de los votos, como para prescindir de una segunda vuelta más allá del 23 de octubre, si los resultados se repitieran. Y, por otro, porque sus competidores quedaron relegados por una diferencia que superó el 30 por ciento, en un virtual pelotón que, dado sus diferencias político-ideológicas, hará casi imposible su unificación para darle pelea en octubre.
El gubernamental Frente para la Victoria ganó en todas las provincias, con la única excepción de San Luis, el terruño de los Rodríguez Saá, uno de cuyos hermanos, Alberto, fue candidato presidencial. Inclusive, triunfó con amplitud, sin margen para las conjeturas, en las importantes provincias que le habían sido adversas en el negro julio oficialista, que generaron un clima político que para algunos ponía en duda los resultados de ayer: la Capital Federal, dos veces; Santa Fe y Córdoba, el trío de distritos más numerosos del país, después de la desequilibrante Buenos Aires.
Aunque los cómputos no habían avanzado en una tendencia definitiva, apenas media hora después de finalizada la veda, a las 21.30, Cristina Fernández dio su discurso, acompañada por el ministro 
Amado Boudou, candidato a vicepresidente.
Convocó allí a “todos los argentinos y a todas las fuerzas políticas” a la unidad, para hacer frente al “gran tembladeral en que está sumergido el mundo”, en referencia a la crisis financiera internacional.
Acompañada de su hija Florencia, se mostró generosa desde la victoria e invitó: “Los argentinos necesitamos de una sociedad unida, pero fundamentalmente de una dirigencia que pueda tener la tranquilidad, la sapiencia de poder seguir construyendo los instrumentos que nos han permitido sobrellevar con éxito el desastre de 2008, la crisis de 2009 y hoy estar plantados también frente a esta situación”.
Su discurso llevó implícito un cambio, que registró de hecho los reveses electorales de julio.
Ya lo había hecho en el cierre de la campaña, al desalentar voces triunfalistas respecto de los resultados de la interna abierta de ayer. Y apuntó a ganar en octubre con más del 50 por ciento y, sobre todo, a construir mayorías propias en el Congreso. ¿En función de una reforma constitucional hacia un régimen semiparlamentario? Nadie tiene la respuesta.
El primer saludo desde el exterior le llegó vía Twitter, de parte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez: “Bravo querida Cristina! Bravo! Viva Néstor! Viva Argentina! Desde Caracas, contigo, con Uds., con la Patria Argentina!”.
Ni Ricardo Alfonsín ni su aliado candidato a gobernador bonaerense, Francisco De Narváez, atinaron a admitir enseguida la derrota. Encerrados en la lógica de que lo de ayer fue una “semifinal entre la oposición”, el radical, gran perdedor de la elección, intentaba proclamarse segundo detrás de Cristina. Una posición que poco después le disputaba en el discurso el otro gran derrotado, el ex presidente Eduardo Duhalde, quien prometió dar vuelta los números en octubre.
Los resultados configuraron un escenario casi dibujado para las intenciones reeleccionistas de la Presidenta. Ganadora previsible por amplio margen en las provincias del noreste, noroeste, litoral y patagónicas, también sumó triunfos en Santa Fe, la Capital y en Córdoba, por primera vez. Cristina sacó más votos que sus cinco inmediatos seguidores sumados.
La gran diferencia. Pero el triunfo que hizo la gran diferencia fue en la provincia de Buenos Aires, con 39 por ciento del padrón nacional. Allí obtenía un nivel de votos histórico, con el gobernador 
Daniel Scioli también vencedor por más de 30 puntos sobre sus competidores. La fórmula Cristina-Amado Boudou lograba casi el 55 por ciento de los votos, la mayor marca desde 1983 de un postulante a presidente en el estratégico territorio bonaerense en comicios nacionales.
Por primera vez también desde 1983, un candidato a presidente superaba al postulante a gobernador. Scioli triunfaba con alrededor de seis puntos menos que Cristina, debido a los votos que le restaban sus dos competidores: el interno, el intendente peronista Mario Ishi, y el externo, el “colector” de Nuevo Encuentro, Martín 
Sabbatella. Así, en el primer distrito del país, la jefa del Estado superaba por más de 40 puntos a Duhalde, muy cerca de Alfonsín.
Con Duhalde, Alfonsín, Elisa Carrió y “Pino” Solanas como grandes derrotados, y Binner como la figura descollante (el Partido Obrero logró más del 1,5 por ciento necesario para competir), la Presidenta sueña con su reelección, tras los comicios que registraron un alto nivel de participación, pese a ser preliminares: más del 70 por ciento de votantes.
Si en octubre se ratifican los resultados, Cristina será la primera presidenta de un modelo (incluido el período de Néstor Kirchner) que tendría un tercer mandato consecutivo. Ni Juan Perón ni Carlos Menem lo lograron.
Resultados en vivo. El sitio oficial para seguir el escrutinio provisorio.

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