La descentralización de la educación superior

Hay quienes anhelan que a corto o mediano plazo la educación universitaria deje de ser propiedad exclusiva de los grandes centros urbanos y se haga realidad el trillado concepto sobre la igualdad de oportunidades. Juan Carlos carranza.

Hay quienes anhelan que a corto o mediano plazo la educación universitaria deje de ser propiedad exclusiva de los grandes centros urbanos y se haga realidad el trillado concepto sobre la igualdad de oportunidades.

En realidad, un estudiante del interior o de otra provincia se entera qué es esto de la “igualdad de oportunidades” cuando sufre en carne propia el desarraigo o sus padres ya no pueden sostenerlo en la gran ciudad, por más pública y gratuita que sea la universidad.

La idea de “federalizar” la educación universitaria tiene varios “modelos”. Uno de ellos impulsa los colegios universitarios, a partir de la reconversión de los institutos terciarios. Es una propuesta de vieja data de Alberto Taquini (h), que propicia una educación superior orientada al desarrollo regional, con posibilidad de articular con las universidades, para que los estudiantes obtengan un título de grado.

Hace poco, Hugo Juri, ex ministro de Educación de la Nación, planteó la idea de que la mentada Universidad Provincial de Córdoba (UPC) se haga extensible al interior, a partir del aporte económico del sistema cooperativo que también permita adecuar los terciarios.

Área sanitaria. El tercer “modelo” tiene un objetivo específico: descentralizar la formación de recursos humanos de la salud. El proyecto, que ya dio sus primeros pasos, nació en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Por ahora, se ha descentralizado el ciclo de nivelación de ingreso a la carrera de Medicina, pero en el futuro la intención de Ciencias Médicas es que otras universidades puedan formar sus propios recursos humanos sanitarios.

El ciclo de admisión de Medicina se dicta, además de en la UNC, en las universidades de San Luis (90 aspirantes, de los cuales 25 son chicos de un pequeño pueblo llamado Concarán); La Pampa (96); Villa María (25), y la extensión áulica de Villa Dolores (24 chicos).

El decano de Ciencias Médicas, Gustavo Irico, confía en que la UNC pueda ser una herramienta eficaz para terminar con el “centralismo” de la educación superior.

“La mala distribución de los médicos tiene que ver con la hiperconcentración de estudiantes en las grandes ciudades, que una vez recibidos no vuelven a sus pagos. Los profesionales de la salud no sólo tienen que tener la posibilidad de estudiar en el lugar donde crecieron sino que, además, deberían poder trabajar allí también”, dijo.

Así, la vieja Facultad de Ciencias Médicas de la UNC podría ser el motor para nuevas facultades de Medicina en el interior del país.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/descentralizacion-educacion-superior