Alegatos por el incendio de Tribunales de Corral de Bustos

Expectativa por las penas que reclamará el fiscal López Lema. El debate terminó el último miércoles con la detención de unatestigo por falso testimonio.

Silvina Romero fue la última “mentirosa” que desfiló a lo largo de siete meses por la sala de audiencias de la Cámara del Crimen de Bell Ville, donde son juzgados los 34 acusados de incendiar el edificio de los Tribunales de Corral de Bustos, el 4 de diciembre de 2006.
Así lo interpretó el tribunal presidido por Gustavo Garzón que de inmediato dispuso la detención de la mujer por el falso testimonio prestado el miércoles de la semana pasada, tratando de salvar las responsabilidades de los principales imputados en la causa. Ella afirmó que jamás los había involucrado y que su declaración, incluida por simple lectura al debate, jamás la había realizado porque el fiscal de instrucción y su secretario la obligaron a firmar un papel en blanco. Esto no tendría precedentes en la historia judicial de Córdoba en épocas democráticas y muy a pesar de varios defensores que criticaron la decisión de la Cámara.
Romero había declarado y jamás se presentó a las citaciones porque se ignoraba su domicilio. De repente, el martes pasado, una de las defensas insistió en que se la convocara aportando hasta los horarios del lugar donde trabajaba. Hubo llamadas desde celulares y la testigo sabía de antemano que iba a comparecer. Lo que no estaba en sus planes era que iba a quedar presa.
Penúltima audiencia. El martes, en la penúltima audiencia antes de que se inicien los alegatos, esto es hoy a partir de las 9 con la acusación del fiscal Telmo López Lema, ya hubo una imputada: Virginia Constantino, que aguardó hasta último momento para modificar su declaración y negar lo que había dicho contra los acusados de instigar al incendio de los tribunales de Corral de Bustos.
Con notable desparpajo, Constantino aseguró que firmó una declaración en la fiscalía de Marcos Juárez sin que se la leyeran, mientras un hombre y una mujer se reían y se burlaban en su cara. Lo más curioso de ese testimonio es que ante las preguntas del fiscal López Lema, la imputada admitió que en el momento de declarar en la instrucción era defendida por el mismo abogado que la representa en el juicio. ¿Por qué el abogado no denunció semejante irregularidad?
Artimañas. En el transcurso del juicio que se inició el 21 de diciembre de 2010, pasó de todo. Hubo defensores que apelaron a cualquier artimaña legal para que el proceso se anulara. Uno de los “ases” en la manga de los penalistas que defienden a los sospechados de instigar a la turbamulta a incendiar los tribunales, entre ellos un abogado y un periodista, fue que la Justicia provincial no podía juzgar el caso porque correspondía al fuero federal. En primera instancia, hubo imputaciones por fabricación de bombas, delito de jurisdicción federal, pero hubo sobreseimientos.
Llamaba la atención que los abogados quisieran que sus defendidos fueran acusados por delitos de penas muy superiores a las que se les imputan, pero esa “chicana” que, seguramente iba a ser utilizada para postergar los alegatos, quedó el martes último en el camino porque el fallo de la Cámara Federal llegó antes de lo esperado desestimando cualquier tipo de participación en el proceso y atribuyendo el incendio de tribunales a la jurisdicción provincial.

Comentarios

  1. Ojala se haga Justicia, daba verguenza ver a un abogado que estando acusado, indolentemente en vez de estar en el banquillo de los acusados creia despistar haciendo de defensor.

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