"En este pueblo vive el Anticristo"

El jefe comunalde Casa Grande, Hugo Maldonado, formuló severos cuestionamientos a los hermanos Espina.

El jefe comunal Hugo Maldonado (Unión por Córdoba) tiene una opinión formada y apocalíptica sobre lo que ocurre en su comunidad de apenas 900 habitantes. “El Anticristo está viviendo en Casa Grande”, dice en su modesto despacho ubicado a pocos metros de la ruta nacional 38.
“Acá vive el Anticristo; ya lo dije en otra entrevista que me hicieron para la radio”, acentúa. La versión local del Anticristo, para la autoridad comunal, vive en el retiro Mater Dei y tiene la mirada y los pasos de los hermanos Espina. “La última vez que conversé con él (se refiere al abogado Carlos Espina) me dijo que soy un hereje y que no me meta con la religión; todo porque le señalé que su actitud de alambrar campos y maltratar a las personas no era para nada cristiana, además de que no demuestra con papel alguno que es dueño de esa propiedad”.
En el plano del pueblo que cuelga en el despacho del jefe comunal, la propiedad de Mater Dei se ve gigantesca. “Son cientos o miles de hectáreas”, dice Maldonado. Cuenta que el grupo religioso no tributa ni un peso en la comuna, sino que deben hacerlo a Rentas. Luego, desgrana la larga historia de enfrentamientos con el grupo católico sedevacantista.
“El año pasado, más o menos en septiembre, los hermanos Espina se quisieron apropiar de un terreno público, que pertenece a la comuna, en el barrio El Peñón. Empezaron a cercar, para lo cual pusieron postes, pese a que justo en ese lugar la comuna tiene los dos pozos auxiliares del sistema de agua”.
“Imagínese –recalca Maldonado–, se querían quedar con el terreno donde el pueblo tiene esas tomas. Fuimos y les sacamos las cosas. Días después fue gente de la comuna a hacer tareas de limpieza y llegó Carlos Espina, se paró delante del camión de la comuna junto con uno de sus alumnos y no se querían mover; entonces el camión no podía salir, a menos que los pisara. Tuve que ir con la Policía. Ellos decían que eran los dueños y me amenazaron con mucha prepotencia; tuve que hacer la denuncia”.
El jefe comunal recuerda que luego los Espina colocaron alambrados sobre un río de la zona.
Desafío. “Mandamos gente a limpiar y otra vez aparecieron y amenazaron al personal y lo desafiaron a pelear a puño limpio. Nuevamente tuve que ir con la Policía. Hasta hoy tenemos problemas cuando queremos limpiar la zona del río. La comuna cedió parte del lugar a una comisión gaucha y cuando los gauchos fueron a colocar los postes, también aparecieron los Espina, les gritaron y al final los gauchos se cansaron y no hicieron nada ahí”.
Maldonado dice que escuchó a varios habitantes del lugar decir que vieron a los Espina con armas de fuego y que encontraron boyeros eléctricos colocados en algunos lugares de los campos. También escuchó el relato de enfrentamientos a golpes de puño con otros vecinos del lugar. “Ahora ya se niegan a recibir las notificaciones de la comuna y de la Policía y dieron el domicilio de otro vecino de El Peñón para recibir cartas”.
Sin atractivos. El jefe comunal cuenta que durante la última temporada turística nadie pudo acceder a uno de los principales atractivos del pueblo, tres cascadas ubicadas sobre un arroyo, porque los Espina cerraron el paso con un alambrado. “Hay un chico que organiza cabalgatas y siempre llevaba a los turistas a ese lugar, y este año, para no tener problemas, no fue más”.
Además, agregó Maldonado, “tienen la costumbre de tapar con piedras el vado del Balcón de Punilla para embalsar agua y derramarla sobre sus tierras, pero eso provoca que nadie pueda cruzar el vado en auto porque el agua pasa por encima”. Hemos hecho las denuncias ante la Dirección Provincial de Agua y Saneamiento (Dipas), porque interrumpen el paso”.
Maldonado dice que ya planteó el problema ante el Ministerio de Gobierno pero que, por ahora, su problema del “Anticristo” local sigue siendo un tema sin resolución.

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