Polémica por una distinción al juez más viejo
Polémica en la Legislatura por una distinción para el juez Fayt
Pro impulsó un reconocimiento para el magistrado de la Corte; críticas kirchneristas.
La idea era clara: homenajear al juez más experimentado de la Corte Suprema en momentos de bombardeo mediático por parte del kirchnerismo en general y la propia presidenta Cristina Kirchner en especial.
Pero el macrismo no contaba con la cerrada oposición que el kirchnerismo y otros partidos porteños con representación en el parlamento porteño plantearon a un proyecto de Pro que designaba a Carlos Fayt, juez de la Corte desde la restauración democrática de 1983, como personalidad destacada de la ciudad de Buenos Aires. Al final, y tras un tenso debate, el proyecto tratado sobre tablas obtuvo 33 votos positivos y 22 abstenciones, además de numerosas ponencias críticas hacia el magistrado que salieron de boca de kirchneristas y fuerzas afines.
Tal como se esperaba, el macrismo defendió con fuerza el premio a Fayt, de origen y larga militancia en el Partido Socialista. "Fayt es una leyenda viviente del derecho político argentino. Generaciones tras generaciones de estudiantes universitarios han ratificado su vocación por el estudio del derecho y la política, a través del análisis de sus obras y de sus sentencias", afirmó el diputado Daniel Lipovetzky, autor de la iniciativa.
El legislador calificó de "hitos de la libertad de expresión en toda América" los votos de Fayt en los fallos que introducen en el derecho argentino la teoría de la real malicia, y lo destacó como "un brillante intelectual del derecho, sólo comparable a Dalmacio Vélez Sarsfield, un hombre probo, honesto, irreprochable (...) Pocos hombres han atravesado tantos decenios de vida pública sin que pudiese objetársele un solo aspecto de sus cualidades humanas", agregó.
Después se expresó a favor de ir un paso más allá: que el juez Fayt sea distinguido también como ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires, como propone el vicepresidente del cuerpo, el peronista disidente Cristian Ritondo.
Desde el kirchnerismo surgieron críticas a la realización de la sesión, y algunas rozaron al propio juez de la Corte.
"No es el recinto el lugar para debatir distinciones a personas, sino la Comisión de Cultura", afirmó la legisladora kirchnerista Gabriela Alegre, que sostuvo que Fayt emitió el "único voto" contra la constitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final que dio lugar a los juicios por delitos de lesa humanidad. No recordó, por cierto, la actividad de Fayt como defensor de los derechos humanos durante la última dictadura militar.
Tampoco Aníbal Ibarra (FPyP) fue benévolo con el magistrado: afirmó que le pidió que persiga judicialmente por desacato a un periodista que lo había criticado. Gabriela Cerrutti también cuestionó la supuesta intención de Pro de "manosear" la figura del juez. "Quisieron defender a la Presidenta más que atacar a Fayt, y claramente no lo lograron", respondió Lipovetzky a LA NACION luego de la sesión.
Más allá de Pro, diputados de otros partidos defendieron la trayectoria del juez. Julio Raffo (Proyecto Sur) compartió su experiencia como alumno de Fayt, destacó su actuación al frente de la Asociación de Abogados y sí recordó el apoyo que brindó a sus pares durante la última dictadura. Su compañero de partido Rafael Gentili apoyó la "trayectoria jurídica" del ministro de la Corte, "pero no a su labor política".
Al final, Pro logró el apoyo de Unión por Todos, de Patricia Bullrich, los diputados de la UCR y una parte de Proyecto Sur. La Coalición Cívica, el MST y Buenos Aires para Todos se sumaron a kirchneristas e ibarristas en la abstención. "Quedó clara la actitud del kirchnerismo, que responde al deseo de la Presidenta: denostar a los jueces objetivos para que se vayan y cooptar a la Justicia", reflexionó Lipovetzky.
Su profunda ancianidad, requiere un gesto de nobleza, para que cumpliendo con la constitucion resigne el cargo, y deje espacio a magistrados de los nuevos tiempos. La corte no es un consejo de ancianos.
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